Después de combatir en Europa durante la Primera Guerra Mundial, Ball comenzó a vender licor de contrabando en plena Ley Seca. Hacia el fin de la prohibición abrió un bar en Texas. Poco después, se informó de la desaparición de una joven empleada. Dos meses después, otras dos chicas desaparecieron. Una de ellas, Hazel Brown, previamente había abierto una cuenta en el banco. Fue el momento en el que los Rangers de Texas empezaron a investigar rastreando a las jóvenes meseras desaparecidas.
Un vecino de Ball declaró que lo había visto descuartizando lo que parecía un cuerpo humano y que le lanzaba los fragmentos a sus hambrientas mascotas. El 24 de septiembre de 1938, la policía acudió al bar de Joe.
Mientras realizaban el registro, Ball tomó una pistola y se pegó un tiro en la cabeza.
(7 de enero de 1896 – 23 de septiembre de 1938)
Autor: Gary Lequipe, «50 Asesinos Seriales, Sanguinarios protagonistas de las historias más escalofriantes” edit. Cooltura
Aportación: Andrea Castañeda PLSPYCF de la UMSNH