Francisco Maldonado García pasó a la historia en la crónica negra del país por ser uno de los pocos casos conocidos de vampirismo y canibalismo. Maldonado García vivía en el municipio de Indaparapeo, Michoacán cuando el 13 de enero de 2004 su padre Félix Maldonado lo visitó en su choza en ruinas. El objetivo era recuperar unas tierras que su hijo se negaba a trabajar.
Al momento de la discusión, Francisco fue invadido por tal rabia que atacó a su padre con un machete. Le abrió la cabeza y devoró parte de la masa cerebral, a la vez que bebía de la sangre que manaba de la herida.
Cuando las autoridades le detuvieron e interrogaron, Francisco argumentó que el acto fue con la intención de destruir una sombra negra que habitaba en el cuerpo de su padre.
Gumaro de Dios García, “El caníbal de Playa del Carmen”
Desde los 15 años, Gumaro de Dios García padecía esquizofrenia y paranoia. Además solía consumir cocaína, heroína y marihuana. Tras una discusión, Gumaro asesinó a su pareja en diciembre de 2004, a quien abrió en canal para devorar poco a poco su cuerpo. El caso causó conmoción a nivel nacional, no solo por lo ocurrido sino por lo dicho por el responsable ante la prensa:
“La carne sabía como a borrego, y si me hubieran dejado me lo comía todo”.
Murió a los 34 años a consecuencia del SIDA.