⇒ El violador del tren atacó a varias mujeres en Londres y alrededores entre 1982 y 1986. Seguía siempre la misma pauta.
Prueba
⇒ Sus víctimas lo describieron como un hombre de entre 25 y 30 años, 1,75 metros de estatura, rubio y de mirada penetrante, pero no proporcionaron detalles suficientes para identificar a un individuo concreto. En un determinado momento, el violador comenzó a asesinar a sus víctimas cerca de la red ferroviaria de los alrededores de Londres, estrangulándolas con un torniquete tras la agresión. Destruía todas las pruebas, eliminaba los rastros de violación en las víctimas que no mataba y quemaba el pubis de las que asesinaba para borrar cualquier posible indicio.
Un experto en perfiles, el profesor David Canter de la Universidad de Sussex, afirmó que la facilidad para entablar conversación con las víctimas femeninas indicaba que el agresor estaba casado o que mantenía una relación estable, y el hecho de que hubiese violado y asesinado a una chica de 15 años sugería que no tenía hijos. El perfil encajaba con el número 1.505 de la lista de 2.000 sospechosos potenciales elaborada por la Policía: John Patrick Duffy, quien había sido arrestado por violar a su ex mujer tras su separación y trabajaba como carpintero del ferrocarril, lo cual le dejaba tiempo libre durante el horario laboral y, a la vez, explicaba su conocimiento de la red ferroviaria.
Resultado
⇒ Duffy fue juzgado por cuatro asesinatos y varias violaciones y condenado a cadena perpetua en febrero de 1988. Cuando el carpintero fue juzgado por violar a su ex mujer, vio a una de sus primeras víctimas, que lo miró directamente a los ojos sin reconocerlo. A partir de ese momento, decidió matar a sus víctimas para eliminar el peligro de que lo identificasen. En la cárcel admitió haber cometido otras 17 violaciones y un asesinato más. © ABC.