Ian Brady y Myra Hindley mataron a cinco niños entre 1963 y 1965, en la zona conocida como Gran Manchester, en Inglaterra. Este acto se conoce como ‘Los asesinatos de los páramos’. Las víctimas tenían entre 10 y 17 años y fueron agredidas sexualmente antes de ser brutalmente asesinadas. Tres de las víctimas fueron descubiertas en tumbas cavadas en Saddleworth Moor y el cuerpo de la última víctima fue encontrado en la casa de Brady. El paradero de la cuarta víctima, Keith Bennett sigue siendo desconocido. Ambos fueron posteriormente sentenciados a cadena perpetua. Mary Hindley murió en prisión en 2002 e Ian Brady murió en 2017 en el hospital de máxima seguridad de Ashworth.