Brenda Ann Spencer fue una asesina actualmente convicta, la cual protagonizó un tiroteo en un colegio estadounidense en el que resultaron varios heridos y dos muertos.
El tiroteo se realizó el 29 de enero de 1979 y al menos 8 niños y un oficial de policía resultaron heridos. Entre los fallecidos se encontraba el director y el conserje.
Brenda utilizó un fusil semiautomático Ruger 10/22 con mira telescópica y 500 municiones con las que actuó.
El incidente duró aproximadamente 6 horas. A pesar de tener sólo 16 años, fue condenada como adulta y se declaró culpable de los dos cargos de asesinato; recibió una sentencia indefinida.
Un periodista contactó a Spencer pro teléfono mientras aún estaba en la casa después del tiroteo, y le preguntó por qué lo hizo.
Según los informes, respondió: ‘’No me gustan los lunes. Esto lo hice para animarme el día’’.