Cuando una persona transmite una descarga eléctrica a otra al tocarlas, se trata de electricidad estática. Este tipo de electricidad se genera cuando dos materiales entran en contacto y luego se separan, provocando un desequilibrio en las cargas eléctricas. El cuerpo humano puede acumular carga debido a la fricción y el contacto con otros materiales. Cuando una persona cargada se acerca a otra con carga opuesta o neutra, los electrones pueden “saltar” en busca de equilibrio, causando una pequeña descarga que se siente como un toque.
Según estima Noticias 24 Hrs, este fenómeno es más frecuente en ambientes secos, donde la humedad es baja y las cargas no se disipan fácilmente. La ropa, el tipo de suelo y la actividad física influyen en la acumulación de electricidad estática. Caminar sobre alfombras, frotarse el cabello o usar prendas sintéticas aumenta la probabilidad de experimentar estas descargas. Aunque pueden causar molestias o sobresaltos, generalmente son inofensivas para la salud.
Sin embargo, en personas con dispositivos médicos implantados, como marcapasos, la electricidad estática puede interferir con su funcionamiento. Por ello, es recomendable que estas personas tomen precauciones adicionales para minimizar la exposición a descargas electrostáticas.
Para reducir la acumulación de electricidad estática, se pueden tomar medidas como mantener la humedad en el ambiente, usar ropa de algodón en lugar de materiales sintéticos, hidratar la piel y evitar caminar descalzo sobre superficies que favorezcan la acumulación de carga. También se pueden usar brazaletes antiestáticos para descargar la electricidad acumulada de manera segura, especialmente en entornos donde puede afectar equipos sensibles.
En resumen, las descargas eléctricas entre personas son un fenómeno común causado por la acumulación y transferencia de electricidad estática. Aunque normalmente inofensivas, conviene conocer las condiciones que favorecen su aparición y tomar medidas preventivas cuando sea necesario.


















