El 3 de noviembre de 1998, Maddie Clifton estaba jugando al béisbol con sus amigos del barrio. Cuando la madre de Maddie regresó a casa y comprobó que su hija no había vuelto al llegar, fue a buscarla por el barrio, pero no tuvo éxito.
Una semana después, tras una intensa búsqueda, una mujer llamada Melissa Phillips encontró el cuerpo de la niña bajo la cama de su hijo Josh.
Cuando detuvieron a Josh, éste afirmó haberle lanzado una pelota de béisbol por lo cual ella comenzó a gritar, según sus palabras. Temiendo un castigo, la golpeó con un bate de béisbol y la metió debajo de su cama. Todavía viva, hacía ruido y perturbaba el sueño de Josh, así que la apuñaló nueve veces