La tapofobia es un miedo desmedido a ser sepultado vivo al ser declarado muerto por error. Esto, hoy en día parece algo poco probable, sin embargo, antes de la medicina moderna y los múltiples aparatos e instrumentos que evitarían este tipo de errores, la tapofobia no era del todo descabellada: son incontables los testimonios documentados de casos dónde un diagnóstico equivocado culminó con un entierro prematuro de varias víctimas que terminaban despertando, para su horror, en un ataúd bajo tierra.
Existen muchas leyendas urbanas al respecto, de las que podemos destacar la de Anne Hill Carter Lee, quien, para su fortuna, fue rescatada de su bóveda funeraria por un sacristán que escuchó ruidos provenientes de su ataúd. Se dice que muchas figuras famosas como Chopin, Hans Christian Andersen, Alfred Nobel entre otros, padecieron esta fobia, por lo que solicitaron que al momento de ser declarados muertos, el doctor se asegurara de su muerte (normalmente con un corte a alguna arteria vital)
La creencia y los numerosos casos de entierros prematuros incluso lograron que algunos inventores diseñaran un ataúd “seguro” que normalmente consistía en una campana que podía ser accionada desde el interior del ataúd en caso de que el “falso fallecido” se despertara e intentara salir. Algunas personas creen que esto dió origen a la frase “salvado por la campana”. Incluso, hay quienes aseguran que los tradicionales velorios tienen el objetivo de evitar este horror.
Tu, ¿qué opinas? ¿Crees que exista un horror más grande que ser sepultado vivo?