Con 49 víctimas en su haber (y muchas otras que se sospecha también asesinó, pero nunca se confirmaron), es uno de los mayores asesinos en serie de la historia de Estados Unidos.
Gary Ridgway atacaba sobre todo a prostitutas y jóvenes vulnerables, como adolescentes fugadas.
La prensa le dio su apodo después de que sus primeras víctimas fueran encontradas en el río Green, en los alrededores de Seattle.