Fritz Haarmann, conocido como El carnicero o como el Vampiro de Hannover, nació en dicha ciudad alemana. Provenía de una familia desestructurada. Sus padres eran alcohólicos y protagonizaban escandalosos enfrentamientos que llegaban a la agresión física. La madre de Haarmann trataba a su hijo como si fuera una niña y lo llegó a vestir con ropa femenina. Este accionar encolerizaba a su padre por lo cual golpeaba con saña a su hijo, cuando lo veía de esta forma. Este ambiente provocó que sus hermanas abandonaran pronto el hogar familiar. Incluso, en algunas ocasiones acabaron siendo prostitutas.
Cabe destacar que las víctimas de Hannover siempre fueron adolescentes varones por sus tendencias homosexuales.
Entre 1918 y 1924, Fritz Haarmann cometió 24 homicidios, aunque se sospecha que asesinó a 27. La primera víctima de Haarmann fue un joven de 17 años llamado Friedel Rothe, quien desapareció el 25 de septiembre de 1918, los amigos de Rothe dijeron que lo vieron por última vez en compañía de Fritz. La insistencia de la familia del joven condujo a los oficiales hacia la casa del asesino. La Policía encontró a su informante en su habitación junto con un adolescente semidesnudo. Los oficiales acusaron a Haarmann con cargos de abuso sexual y fue sentenciado a nueve meses de encarcelamiento.
En 1919, Fritz conoció a un joven fugitivo llamado Hans Grans, quien posteriormente se convirtió en su amante. Haarmann cumplió su sentencia desde marzo a diciembre de 1920. Cuando salió de prisión se ganó la confianza de la Policía y retomó su labor como informante. Poco después de ser liberado Haarmann se mudó a un apartamento junto a Hans Grans. La mayoría de víctimas de Haarmann eran jóvenes fugitivos, hombres que se prostituían o que merodeaban cerca de la estación central de Hannover. Fritz los engañaba para ir a su apartamento, a veces haciéndose pasar por policía, gracias a la identificación de informante que poseía. Posteriormente los mataba, seccionándoles la carótida y la tráquea de un mordisco en la garganta, algunas veces mientras los sodomizaba, otras luego de violarlos. Todas las víctimas de Haarmann eran desmembradas antes de que el carnicero de Hannover se deshiciera de los huesos, normalmente arrojándolos en el río Leine.
Los objetos de valor de las víctimas eran vendidos en el mercado negro o permanecían con Fritz o Hans. También habían rumores que decían que Haarmann cortaba la carne de sus víctimas y la vendía en el mercado negro como carne enlatada para cerdos o como carne de cerdo o caballo. Nunca se pudo probar esto, pero Fritz era un conocido contrabandista de carne. Grans sabía de los asesinatos de Fritz y él personalmente lo incitó a matar a dos víctimas para conseguir su ropa y posesiones, pero no participaba en los homicidios. Fritz fue capturado casualmente cuando la Policía descubrió mas de 500 huesos humanos en el río Leine. Los huesos pertenecían a 22 personas, las sospechas cayeron sobre Haarmann, quien tenía antecedentes de molestar a jóvenes y había sido vinculado con la desaparición de Friedel Rothe en 1918. La noche del 22 de junio Fritz, que era vigilado por la Policía, fue arrestado por tratar de engañar a un joven para que lo acompañe a su apartamento. La vivienda de Haarmann estaba completamente ensangrentada, de inmediato el informante intentó justificarse diciendo que la sangre pertenecía a su negocio ilegal como carnicero, sin embargo, las pertenencias y ropas de varias personas desaparecidas en los últimos años fueron evidencia suficiente para ser puesto bajo custodia.
El juicio duró dos semanas y el 19 de diciembre de 1924, Haarmann fue encontrado culpable y sentenciado a morir, tras escuchar su sentencia Fritz no apeló en contra de esta. Su amante, Hans Grans, inicialmente fue también sentenciado a muerte, pero tras enviar Fritz una carta asegurando que él nunca participó en las muertes su condena fue revocada y sentenciado a 12 años de cárcel. Estuvo preso en un campo de concentración hasta el final de la Guerra Mundial. Luego se cambió el nombre, se casó y falleció en la ciudad de Hannover. El 15 de abril de 1925 Friedrich Heinrich fue decapitado por orden del juez. El carnicero de Hannover no pidió clemencia, aunque insistió en que un ser desconocido tomaba posesión de su cuerpo y le incitaba a matar. Su última voluntad fue que se escribiera en su lápida: “Aquí yace el exterminador”.