Después de una investigación de cuatro meses, la Policía de la Ciudad detuvo en las últimas horas a una mujer de nacionalidad extranjera y a un hombre, responsable de un prostíbulo que funcionaba en un edificio del barrio de Belgrano.
Personal de la División Delitos de Trata de la Policía de la Ciudad, llevó a cabo una minuciosa investigación en el marco de una llamada anónima recibida al 911, en la cual se denunciaba la existencia de un prostíbulo en un edificio a plena luz del día y en el contexto de pandemia del COVID-19.
Avalados por la Justicia Federal, más precisamente por la Fiscalía de turno, los oficiales realizaron tareas investigativas con el objetivo de corroborar que la denuncia era fehaciente.
Como primera medida, se montaron discretas tareas de inteligencia pudiendo de esta manera visualizar a una mujer mayor de edad de nacionalidad extranjera que estaba a cargo de regentar a las mujeres que ofrecían servicios sexuales, un estimativo de entre 3 y 5 de ellas, aunque el número fue cambiando a lo largo del procedimiento.
Gracias a los trabajos realizados, se pudo identificar el domicilio de la mujer en inmediaciones del lugar donde se realizaba el ilícito.
Con los resultados obtenidos de la investigación, el juzgado interventor ordenó el allanamiento del departamento y del domicilio de la imputada, donde se la detuvo al igual que a un hombre mayor de edad.
Las autoridades secuestraron celulares, computadoras, recibos, cuadernos con anotaciones, contratos de alquiler y una cámara IP a través de la cual se controlaba la cantidad de clientes que arribaban a la vivienda.
Cabe destacar que el edificio es habitado por familias, gente mayor y otros vecinos que se veían afectados por la actividad que se estaba llevando a cabo, sobre todo teniendo en cuenta el marco de pandemia mundial en la que se vive en la actualidad.
Los dos detenidos fueron trasladados a la comisaría correspondiente, donde quedaron alojados a la espera de las actuaciones judiciales de rigor.
Se labraron actuaciones por “presunta infracción al artículo 145 Bis del Código Penal” que penaliza a quien lleve a cabo cualquier situación de explotación, aunque cuente con el consentimiento de la víctima.