En el coaching de pareja se hace hincapié en un aspecto muy importante que se debe de tener en cuenta en toda relación y es el aprender a vivir nuestra propia individualidad sin dejar de lado el vínculo con la pareja ya que ambos están en constante evolución.
Cuando no se sabe lidiar con esta situación, esto puede convertirse en la causa de que aparezcan tensiones, problemas de comunicación en la pareja y otro tipo de conflictos dentro de la relación que si no se resuelven pueden ir haciéndose más grandes. Por ello se vuelve tan importante aprender a convivir con ambos aspectos de la forma más sana posible para nuestro bienestar propio y el de la pareja.
Debido a que ambos miembros de la pareja están en constante cambio, ya que a lo largo de la vida vamos viviendo una serie de experiencias que provocan que nuestras ideas, creencias, actitudes y nuestra manera de ver la vida, vaya cambiando. Es necesario que podamos ir adaptandonos a ellos de la manera más sana y equilibrada posible. Al igual que nosotros mismos nos estamos constantemente actualizando, lo mismo ocurre con el vínculo de pareja.
¿Cómo percibe el coaching a la relación de pareja?
El coaching percibe a la relación de pareja como un vínculo que se tiene que estar actualizando constantemente para que, como hemos visto, al igual que nos ocurre de manera individual, también podamos adaptarnos a los cambios que van apareciendo como pareja.
Cuando el vínculo no se actualiza, no solo empiezan a haber tensiones y la relación es más propicia a irse deteriorando sino que también nos afecta de manera individual ya que precisamente el hecho de tener un vínculo sano con la pareja nos proporciona esa sensación de estabilidad y equilibrio que necesitamos para el logro de nuestras metas y objetivos a nivel individual así como para cubrir de forma adecuada otro tipo de necesidades.
¿Cómo saber cuando una relación de pareja no ha acualizado su vínculo?
Cuando una pareja no ha actualizado su vínculo y ha comenzado a quedarse “obsoleta”, comienzan a aparecer ciertos signos que nos indican que la relación no está siendo del todo funcional.
Es decir, puede ser que ser que en una relación uno de los miembros de ella esté teniendo un considerable crecimiento individual y comience a notar que el ritmo de crecimiento del otro es distinto. Esto puede ocasionar que empiece a haber un desequilibrio y que ambos dejen de estar en sintonía.
Sabemos que no estamos en sintonía con la pareja cuando nos damos cuenta de que las necesidades y las expectativas de ambos ya no son las mismas. En este punto es cuando surgen conflictos más profundos en la pareja y si ambos no ponen un alto, hacen conciencia de lo que ocurre y procuran trabajar en la relación, ésta se puede volver sumamente tóxica y negativa.
¿Cómo trabaja el coaching de pareja para lograr el equilibrio en la relación?
Para que ambos miembros de la pareja crezcan a la par y por lo tanto se actualice y fortalezca el vínculo, el coaching propone realizar un trabajo reflexivo y práctico en donde ambos hagan conciencia acerca de como se sienten de manera individual y en la relación.
Así como también que determinen que es lo que están haciendo o dejando de hacer que está limitandolos para que a partir de ahí se puedan establecer los objetivos que se van a trabajar de forma individual y conjunta para finalmente pasar a la acción.
Los objetivos se van estableciendo de manera gradual y progresiva. Nunca se le va a proponer a las parejas un cambio radical, ni se les va a hacer falsas ilusiones de que la situación va a mejorar de la noche a la mañana porque es practicamente imposible y normal que así no sea. Fuente: Psicode