Por María Palmero. Vamos cumpliendo años y el sexo pasa a un segundo plano. Ya sea porque las hormonas cambian o porque tenemos otras prioridades, es cumplir cierta edad y nuestro apetito sexual decrece. Sin embargo, el sexo puede y debe disfrutarse a cualquier edad, sobre todo a partir de los 50.
De hecho, es quizá la mejor época para dejarse llevar, ya que a uno le empieza a dar todo un poco igual. En el mejor de los casos, ya tiene un trabajo asentado, ahorros, ha aprendido de qué va la vida y sabe lo que quiere y lo que no. Esta actitud se aplica también al sexo: con los años perdemos esa necesidad de estar cumpliendo todo el tiempo, ese deseo de dar la talla, de quedar bien con nuestro compañero sexual, de encontrar el padre o madre de nuestros hijos… Ya está casi todo hecho y solo queda el placer y el disfrute. Las expectativas, pues, son muy bajas, así que solo podemos ir para arriba.
Al l respecto, un estudio llevado cabo por Gleeden detalló que las mujeres de entre 51 y 60 años parecen estar más satisfechas sexualmente que las treintañeras y son las que tienen más orgasmos; y las de 31-40 las que menos. Esta encuesta, realizada a 2.000 mujeres, mostró asimismo una conciencia sexual más definida a partir de los 50 años. «La experiencia, el autoconocimiento, la búsqueda deintereses y motivaciones sexuales conducen a la mujer a un empoderamiento sexual y ello a encontrar caminos que potencien el placer y el orgasmo», afirma la sexóloga Laia Caden, asesora del estudio ante este dato.
Nuevo horizonte
Aunque se disfrute más, también es cierto que nuestro cuerpo y, por tanto, nuestras necesidades cambian a medida que envejecemos, por lo que a menudo tenemos que adaptar nuestras expectativas a los cambios hormonales, de flujo sanguíneo, de libido, de comunicación y de autoestima. Algunos apuntes a tener en cuenta sobre el envejecimiento y la forma en que nos afecta son:
- Los cambios en los niveles hormonales hacen que los orgasmos sean más suaves, pero a menudo pueden ser más satisfactorios en otros sentidos.
- Si los niveles de estrógenos descienden pueden producirse sequedad, picor, quemazón, molestias y reducción de la elasticidad causando molestias durante las relaciones sexuales.
- El envejecimiento reduce el flujo sanguíneo, lo que conduce a una menor producción de óxido nítrico, que a su vez puede dar lugar a vasos más tensos y experiencias sexuales dolorosas.
- Un menor flujo sanguíneo también implica unas terminaciones nerviosas menos sensibles, incluido el clítoris, lo que puede significar que la excitación requiera más tiempo.
- Todo esto puede repercutir en la autoestima, crear un cambio en el deseo y repercutir en la forma de comunicarnos con la pareja.
Sin embargo, conocer estos cambios y saber gestionarlos pueden aumentar nuestra confianza y mejorar incluso nuestra vida sexual, y no únicamente, ya que tener sexo, en sus múltiples maneras, libera endorfinas, oxitocina y serotonina, que ayudan a combatir el estrés, mejoran el sueño y refuerzan la inmunidad, algo esencial a medida que avanzamos en la vida.
Consejos de experta para disfrutar del sexo a los 50
El sexo, como hemos visto, no siempre es igual, ya que hay cambios, pero podemos sacarle todo el partido posible a nuestras relaciones íntimas si sabemos qué hacer y cómo. La sexóloga certificada y directora de educación de Satisfyer, Megwyn White, ofrece estos valiosos consejos:
- Aprovechar al máximo que nos afecten menos las presiones sociales y disfrutar del cambio de la función procreadora al placer y la intimidad. Envejecer cambia el enfoque del sexo de la procreación al placer y las conexiones íntimas, abrazando experiencias y cualidades únicas que nos definen, incluida nuestra sexualidad.
- Centrarse en actividades sexuales más allá del sexo con penetración. Con los hijos fuera de casa (quienes los tengan), hay más libertad para disfrutar y experimentar con una gama más amplia de actividades sexuales, explorando distintas formas de placer más allá del sexo con penetración.
- A menudo se dispone de más tiempo para la autocomplacencia y la exploración sexual. Abrazar la exploración sexual no es solo una cuestión romántica, sino que es un camino hacia un mayor bienestar, una cognición más viva y una vida más plena, especialmente a medida que envejecemos.
- Respeta tus limitaciones y aprende a vivir con ellas en lugar de verlas como un obstáculo.
- Trabaja con profesionales sanitarios para que te ayuden a mantener tu vida sexual y no tengas miedo de hablar sobre cualquier preocupación o inquietud que surja.Utiliza lubricante generosamente para reducir las molestias durante la penetración ten una comunicación abierta con la pareja (sexual o formal) sobre los cambios en los deseos.
- Practicar con juguetes que mejoren la función muscular del suelo pélvico. Estos ejercicios consisten en contraer y relajar los músculos que se utilizan para controlar la micción, lo que puede dar lugar a orgasmos más intensos, un mayor control de la vejiga y una mejora general del bienestar sexual. © theobjective.
María Palermo: María Palmero (Madrid, 1991) Graduada en Periodismo por el Centro Universitario Villanueva (Universidad Complutense de Madrid), máster en Periodismo digital en la citada institución y máster en Dirección y comunicación de empresas por ESIC. Inició su carrera periodística en 2013, en La Gaceta (Intereconomía), y tras un año en prácticas en el citado medio pasó a formar parte de El Confidencial, donde trabajó en las secciones Vanitatis (famosos y televisión) y Alma, Corazón y vida (estilo de vida) durante cuatro años. Desde 2018 hasta su incorporación a The Objective, ha trabajado en Vozpópuli, donde ha desempeñado el cargo de Jefa de Dolcevita (famosos) y Bienestar (estilo de vida) con excelentes resultados de audiencia.