El parto en ataúd es la expulsión de un feto de un cadáver preñado. Este es el resultado de la presión de los gases intraabdominales durante la descomposición. Afortunadamente, este fenómeno mórbido es extremadamente raro hoy en día debido a la práctica de la conservación química.
El primer caso conocido ocurrió en 1551 durante la Inquisición española. Una joven fue ahorcada y horas después de su muerte, mientras aún colgaba de la soga, dos bebés ya fallecidos cayeron de su cuerpo. Fuente:Gaëlle Gabriell