La escena que encontró la policía de Sao Paulo en la casa de la familia Pesseghini era espeluznante: un joven de 13 años muerto de un balazo, sobre un colchón, junto a los cuerpos sin vida de su padre y madre. Y un arma en la mano del muchacho. En otra casa dentro del mismo terreno estaban los cuerpos sin vida de la abuela y tía abuela del adolescente, Marcelo Pesseghini, descrito por quienes le conocían como alguien “cariñoso”. Según las pesquisas, todos murieron por disparos de la misma pistola .40, propiedad de la madre de Marcelo, una mujer de 36 años que era policía, al igual que su marido de 40 años. Los investigadores señalan a Marcelo como el sospechoso de matar a sus cuatro familiares y suicidarse. Itagiba Franco, comisario del Departamento de Homicidios a cargo de la investigación sostuvo que las pruebas señalaron desde el primer momento a Marcelo como sospechoso, comenzando por las pericias que apuntan a su suicidio: el cadáver del joven, que era zurdo, tenía el arma en su mano izquierda y un disparo en el oído izquierdo.
Se habría inspirado en la escalofriante y famosa masacre de Amityville, ocurrida en Estados Unidos en 1974. La madrugada del 13 de noviembre de 1974, Ronald DeFeo (23) mató con disparos de rifle a sus padres, Ronald y Louise, y a sus cuatro hermanos menores, dos niñas y dos niños. Las víctimas fueron su papá, Luiz Pesseghini (40) sargento con 19 años de servicio en la policía militar; su mamá Andrea Bovo (35), quien sirvió en la misma institución por 16 años; su abuela Benedita de Oliveira (65); y su tía Bernardete de Oliveira (55). Después de eso, Marcelo fue al colegio y asistió a clases, y lo hizo conduciendo el auto de la familia hasta su escuela. Todo eso quedó registrado en videos de seguridad del establecimiento, en los que se ve llegar al vehículo a eso de la una de la madrugada, y al niño salir de él cerca de las 06.30 horas. Más tarde ese día el niño fue encontrado muerto en la misma casa, y también de un disparo en la cabeza.
Una de las primeras pistas de la investigación es que hace unos meses atrás el joven hizo referencia a la masacre de Amityville en su cuenta de Facebook. El niño posteó la famosa foto del “niño fantasma” de Amityville y escribió: “Cuando lo vean, se cagarán de miedo”. El colegio donde estudió Marcelo emitió en un comunicado en que el señalan que la madre del niño les había dicho que él no viviría más allá de los 18 años. Andreia Bovo les dijo que su hijo “no tenía esperanza de vida después de los 18 años” cuando lo matriculó en 2006, cuando tenía cinco años. “Tras su registro, su madre mencionó al director del colegio que estaba entregando en sus manos su mayor tesoro, informándole que el menor sufría una enfermedad degenerativa (fibrosis pulmonar)”, señaló el comunicado de la escuela Stella Rodrigues. El mismo texto informó que los padres de Marcelo siempre participaron en la escuela y estuvieron presentes en el desarrollo educativo de su hijo. Fuente: Horrores reservados.