En octubre de 2016, las autoridades costeras japonesas empezaron a asistir, sorprendidas, a la llegada de varios barcos de madera sin identificación, sin carga, y con varios cadáveres en su interior, todos en avanzado estado de descomposición. Rápidamente se los calificó de «barcos fantasma» y se intentó averiguar de dónde procedían, sin llegar a ninguna solución concluyente.
Se especula con que procedan de Corea del Norte porque, en uno de ellos, había una bandera raída de ese país, pero se desconoce si los tripulantes fallecidos son desertores o, por el contrario, pescadores que se adentran en aguas donde no deberían pescar. Los barcos son de madera y muy rudimentarios, por lo que si sufren algún percance, se quedarían a la deriva. Es la teoría más plausible para explicar esa flota de, hasta ahora, 14 barcos fantasma, pero aún no está confirmada.