En 1881 se descubrió en Egipto una momia distinta a las demás, atada, estrangulada y con la boca abierta en un terrible rictus de dolor.
Sus brazos y pies estaban fuertemente atados con tiras de cuero, estaba envuelto en pieles de oveja (un animal considerado impuro) y sobre su piel se habían trazado horribles maldiciones. Además, su cuello presentaba unas marcas evidentes de estrangulamiento.
Luego de varios estudios realizados, en el año 2012 se comprobó que la misma pertenecía al hijo del Faraón Ramsés III, llamado Pentaur de unos 20 a 25 años, el cual había matado a su padre y como castigo fue condenado a muerte. Año 1153 a.C. Fuente: Ren Terror.