Durante la década de 1960, miembros de los Hell’s Angels participaron en actos homoeróticos como besos y escupitajos mutuos, documentados por el periodista Hunter S. Thompson.
Estas acciones no solo buscaban provocar y desconcertar a la policía encubierta, sino que también eran una manera de mostrar confianza en su masculinidad y expresar un sentido de hermandad entre ellos.
Aunque a veces permitían encuentros sexuales con hombres gays por dinero, la ambigüedad de sus actos generó controversia y malentendidos, reflejados incluso en la cultura popular, como en la película “Scorpio Rising”. Este comportamiento desafió los estereotipos tradicionales y mostró una faceta compleja y contradictoria del grupo.