Diego Santoy Riveroll, acusado del asesinato de dos hermanos en Monterrey, Nuevo León, recibió una sentencia definitiva de 71 años.
El doble crimen ocurrió el 2 de marzo de 2006 en la casa de Erika Peña Coss. De acuerdo con las declaraciones del juicio, los niños fueron asesinados en su casa después que Diego la visitó para intentar dialogar y así reanudar su relación.
Según los testimonios, Santoy “enloqueció” cuando Erika decidió que ya no quería ser su novia. Por este hecho, Santoy Riveroll, cubierto con un pasamontañas y guantes, trepó por las paredes del inmueble hasta que logró ingresar. Luego, se escabulló hasta la habitación de Erika para intentar convencerla de que no lo abandonara, pero ante la negativa de la joven, Santoy asesinó a los hermanos de Erika de 3 y 7 años. Antes de huir, intentó degollar a su expareja y secuestró a la empleada doméstica. Más tarde, robó un coche y se fue de la entidad federativa junto a su hermano, pero cuatro días después fueron localizados y detenidos en Oaxaca mientras viajaban en un autobús con dirección a Guatemala.
En una primera versión de los hechos, Diego Santoy declaró que su exnovia también era responsable de la muerte de los niños. Dio a conocer que él sólo le ayudó a asesinarlos ya que la chica lo había presionado para cometer el crimen.
Después, volvió a modificar su testimonio, señalando que se había involucrado sentimentalmente con su suegra, lo que había ocasionado un ataque de ira en Érika que la llevó a matar a sus hermanos.
Por lo antes detallado, Diego Santoy recibió sentencia por los delitos de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa, robo calificado, y privación ilegal de la libertad en su carácter de secuestro.