Es bien sabido que Jeffrey Dahmer tenia un método preferencial para inmovilizar a sus víctimas el cual consistía en alterar sus bebidas con pastillas para dormir o productos similares.
Pero una vez, su plan le dio un tiro por la culata cuando en estado de ebriedad tomo accidentalmente la bebida que estaba destinada para su víctima, dejándolo completamente inconsciente.
Cuando despertó se dio cuenta de que lo habían robado. Naturalmente el incidente no fue reportado a la policía y sólo dejó a un Jeffrey muy frustrado por su negligencia.