Charles Frederick Albright nació el 10 de agosto de 1933 en Dallas Texas. Pero su madre biológica lo abandonó al dar a luz, fue adoptado por un matrimonio de clase media que vivían en los suburbios de Oak Cliff, una zona residencial de la ciudad de Texas.
Fred y Delle Albright, un tendero y una maestra de escuela, trataron de colmar de atenciones al pequeño. Delle fue tan estricta y sobreprotectora en su educación y cuidado que le cambiaba de ropa tres veces al día, crió cabras en el patio trasero porque su leche era mejor que la de vaca, le dio clases en casa para evitar que saliera y, para cuando tuvo que empezar en el instituto, lo llevaban en coche. Pero esto contrastaba con la rectitud en los castigos: lo ataba a la cama cuando el niño infringía alguna norma.
Delle siempre educó a Charles en el respeto hacia las mujeres, sobre todo en lo tocante a las relaciones sexuales. No quería que se comportara como su padre, un hombre demasiado brusco y violento cuando tenía ganas de tener sexo. En este ambiente, Charles desarrolló una personalidad contradictoria: por un lado, se portaba como un niño bondadoso y complaciente, muy inteligente y precoz (iba dos cursos más avanzado), bromista, divertido y cautivador; y por el otro, desarrolló una obsesión con la muerte, que se materializó matando a animales pequeños. Cuando Delle se enteró quiso reconducir aquella actitud apuntándolo a un curso de taxidermia.
Durante varias semanas, el pequeño de 11 años, aprendió a diseccionar con precisión quirúrgica a pájaros muertos y a colocar botones en las cuencas vacías de los ojos y, luego, globos oculares reales disecados comprados en tiendas. Poco a poco, Charles se fascinó con aquella práctica y con coleccionar los ojos más bonitos del mercado para que su obra como taxidermista quedase impecable.
La carrera criminal de Charles comenzó temprano. A los 13 años, fue arrestado por intento de agresión y hurto menor, pero escapó al castigo cuando era menor. A los 15 años ingresó a la Universidad del Norte de Texas.
A los 16 años fue detenido nuevamente por posesión ilegal de armas, por lo que recibió un año de prisión. Después de salir de prisión, ingresó en el Colegio de profesores del estado de Arkansas, pero fue expulsado por robo. Charles logró falsificar documentos ficticios de licenciatura y maestría. Lo que le ayudó a encontrar un trabajo bastante bien remunerado.
Se casó con su novia de la universidad y tuvieron una hija. De 1965 a 1974, Charles Albright fue sorprendido repetidamente falsificando cheques, pero por algún milagro siempre escapaba del castigo. En 1974, su esposa, incapaz de soportar los constantes problemas de su marido con la ley, solicitó el divorcio.
En un estado depresivo, Charles recibió una sentencia de dos años de prisión ese mismo año por robar 100 dólares en una ferretería. Sin embargo, cumplió seis meses y fue puesto en libertad anticipadamente por buen comportamiento.
En 1981, Charles volvió a tomar el camino del crimen y, mientras visitaba a unos amigos, violó a su hija de 9 años. Se declaró culpable y sólo recibió una sentencia suspendida. En 1985, conoció a una mujer llamada Dixie e incluso vivió con ella, quien pronto comenzó a mantenerlo económicamente por completo. Le mintió diciéndole que consiguió un trabajo como repartidor de periódicos, pero que en cambio visiy taba prostitutas.
Más tarde se supo que Charles mató a tres de ellas. Del 13 de diciembre de 1990 al 22 de marzo de 1991 se encontraron los cadáveres de las prostitutas: Mary Lou Pratt, Susan Peterson y Shirley Williams. El informe policial reveló que las tres mujeres fueron asesinadas con balas calibre .44 y les extirparon quirúrgicamente los globos oculares. La policía rápidamente siguió la pista del criminal y pronto aparecieron pruebas que apuntaban directamente a Charles que pronto fue arrestado.
El 18 de diciembre de 1991, el jurado declaró culpable a Charles Albright, y fue condenado a cadena perpetua. Charles murió el 22 de agosto de 2020, a los 87 años.