Las escalofriantes confesiones de Beth, una niña con tendencias psicópatas. Beth estuvo a punto de convertirse en una psicópata pero el amor de sus padres adoptivos la transformó por siempre.
Ella era una hija adoptiva y soñaba con matar a su hermano y a sus padres.
En 1992, Estados Unidos se conmovió con la historia de Beth Thomas, una menor de 6 años que sentía el deseo incontrolable de matar a sus padres y a su hermano menor. Tras un documental de HBO titulado “Child Of Rage”, su historia se convirtió en un crudo y desgarrador relato de una víctima de abuso cuando sólo era un bebé.
Todo comenzó a principios de los ’80, cuando Tim Tennent, ministro de una pequeña iglesia metodista en Estados Unidos, y su esposa Julie, decidieron adoptar niños, luego de diversos intentos fallidos por convertirse en padres. Esto cambiaría cuando el Departamento de Servicios Sociales los llamara contándoles que había dos hermanos listos para la adopción: Beth, de 19 meses, y Jonathan, de 7 meses.
Beth habla con su psicólogo
Tim y Julie recibieron a los hermanos sin poder contener su felicidad. Les dieron una acomodada vida, cuidado y todo el cariño que se les había negado en su familia biológica. Pero, al poco tiempo, Beth comenzó a tener conductas erráticas: en un principio, fueron actos violentos, como matar un nido de pajaritos y atacar a Jonathan cuando éste dormía.
La agresividad de Beth iba en ascenso; destrozó por completo una habitación, apuñaló al perro de la familia y manifestó explícitamente el deseo de matarlos a todos. Sumado a eso, comenzó a tener un comportamiento sexual inadecuado y perturbador, con su hermano y abuelo adoptivo.
Un día, Beth azotó la cabeza de su hermano contra el piso, dejándolo gravemente herido, por lo que debió ser atendido de urgencia en el hospital. Tras esto, Tim y Julie decidieron conocer la verdad tras el origen de estos pequeños, con el fin de encontrar una explicación.
Fue así como se enteraron de que Beth sufría del Trastorno Reactivo del Apego (RAD, por sus siglas en inglés), una condición seria, pero poco frecuente, generada por traumas pasados que provoca conductas perturbadoras, desapegadas, insensibles y apáticas entre quienes lo padecen y su entorno. De esta forma, Beth se encontraba mentalmente imposibilitada de establecer apegos saludables con sus padres o cuidadores.