El orgasmo es una de esas cosas difíciles de definir: no lo podemos ver ni tocar pero sabemos que existe. Y lo sabemos básicamente porque muchas personas lo experimentan y coinciden en ciertas cosas al describirlo: es eso que sientes cuando llegas a la parte más intensa de la excitación, cuando se libera la tensión sexual en una especie de “descarga” o “explosión” de sensaciones y/o placer, seguido de una sensación de bienestar y relajación.
Sobre los tipos de orgasmos, no hay consenso. Hay quienes afirman que existen varios tipos (vaginal, del clítoris, anal, de los pezones, del punto G, cervical, del pene, del punto P —de la próstata—, etc.), mientras que otras personas dicen que es muy difícil clasificarlos según la zona que se estimule pues al final todos los caminos conducen al… orgasmo.
Mejor dicho, el hecho de que “llegues” estimulando el clítoris no hace que ese orgasmo sea radicalmente diferente de uno que suceda estimulando la vagina. No importa por dónde empieces, orgasmo es orgasmo.
Pero lo que sí sabemos es que es un mecanismo complejo que involucra muchas partes de tu cuerpo, cerebro, mente, sistema nervioso, hormonas, etc., mejor dicho, es puro team work!
También, no todos los orgasmo son iguales. Algunos son más o menos intensos, se sienten mejor, son mas largos o más cortos y se pueden sentir en diferentes partes del cuerpo. En fin… Lo cierto es que faltan más estudios para conocer los orgasmos y en general cómo funciona el placer sexual.
¿Qué se siente al tener un orgasmo?
Aunque hay señales físicas para reconocer un orgasmo (contracciones de los músculos de tu vagina, pelvis, pene y/o ano, ritmo cardiaco y respiración más agitados, eyaculación, sentir calor, enrojecimiento de tu pecho, cuello y cara, entre otras), cuando se trata de las sensaciones de placer, es muy difícil definir exactamente cuáles indican que estás teniendo un orgasmo.
Y esto es así porque cada persona siente placer y orgasmos de manera única. Entonces, qué se siente puede ser diferente para ti que para tu pareja, por ejemplo. Por lo mismo, también es súper difícil saber si alguien está teniendo un orgasmo o no. En realidad la única manera de saberlo es la comunicación.
No todos los orgasmos son iguales
Hay diferencias entre los orgasmos de los hombres y personas con pene y los de las mujeres y personas con vagina. Los orgasmos de quienes tienen pene usualmente se han entendido como unidos a la eyaculación. “Llegar”, “venirse”, “correrse” son nombres que muy posiblemente vienen de allí.
Sin embargo, no todos los hombres ni personas con pene eyaculan al sentir un orgasmo ni sienten un orgasmo al eyacular, aunque es muy común. Así como lo es que lleguen al orgasmo estimulando el pene o la próstata.
Los orgasmos de las mujeres y personas con vagina, por lo general, no se han entendido como acompañados de la eyaculación, aunque hoy sabemos que algunas personas con vagina eyaculan (algunxs lo llaman squirting) al “venirse”, mientras que muchas otras no.
También se sabe que para la mayoría de mujeres y personas con vagina, es más fácil sentir un orgasmo estimulando el clítoris que por ejemplo, a través del sexo vaginal.
Mientras que los hombres y personas con pene necesitan algo de tiempo después de tener un orgasmo y eyaculación para volver a tener otro, las mujeres y personas con vagina funcionan un poco diferente. Muchas de ellas pueden tener varios orgasmos seguidos sin necesidad de tiempo de “recuperación”. De ahí eso de que “las mujeres son multiorgásmicas”. Pero ojo, no todas lo son ni tampoco tiene que suceder para poder disfrutar del sexo «totalmente».
Alrededor del orgasmo y del placer sexual hay muchos tabús y estigma, sobre todo para las mujeres.
Es mal visto si tienes muchos orgasmos y mal visto si nunca los tienes (a esto súmale las expectativas tuyas, de tu pareja, de la cultura, etc.). No tenerlos puede convertirse en un tema muy frustrante que puede causar preocupación, estrés y malestares contigo y en tus relaciones.
¿Cómo saber si tuviste un orgasmo?
Como el orgasmo es tan personal y solo ocurre a tu manera, la única persona que puede saber si tuviste uno eres tú. Enfocarte o estresarte por lograr un orgasmo puede hacer más difícil que te relajes y disfrutes el sexo, y que lo dejes “fluir” para que suceda.
Masturbarte puede ser una muy buena manera de conocerte y saber qué te gusta. Muchas personas usan juguetes sexuales para ayudarse a tener orgasmos y aprender sobre su placer.
En todo caso, intenta no pensar mucho en eso, pues el punto no es tanto lograr el orgasmo sino disfrutar de todas las sensaciones y dejarte llevar…y quizá cuando menos lo pienses, ¡zas! suceda. El punto es descubrir y conocer tu cuerpo, qué te da placer, qué lo aumenta o no y…¡dedicarte a disfrutarlo!
No hay una medida, ni una sola una manera de disfrutar TU sexualidad, con o sin orgasmos. La única regla es que exista consentimiento y que nadie se haga daño. Tu sexo, tu placer.© Con el aporte de .plannedparenthood.org