Por Luis García. Andrew Cunanan fue un asesino en serie estadounidense que se suicidó después de matar a cinco personas, entre ellas el diseñador de moda italiano Gianni Versace. Cunanan resultó ser un brutal asesino por el modo en que acabó con sus víctimas. Su temperamento agresivo y su comportamiento fueron claves en los asesinatos que cometió.
Fue un adolescente inestable debido a una relación disfuncional entre sus padres y su confusa orientación sexual, que le llevaron a una peligrosa combinación de sexo y drogas. Asumió la profesión de prostituta y exploró su homosexualidad con hombres mayores, mientras se hizo adicto a las drogas.
En cuanto a las víctimas, algunas eran amigos y otras simplemente estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado siendo víctimas de su locura. El motivo por el que arrebató la vida de cinco personas sigue siendo un misterio, su vida estaba llena de deseos no resueltos y actividades criminales que desembocaron en su suicidio.
Cuando Cunanan tenia 19 años su padre abandonó a la familia por problemas de fraude y, ese mismo año, fue cuando su madre se enteró de la homosexualidad de su hijo. Esta noticia provocó una discusión entre ellos que llevó a Andrew a empujar a su madre contra una pared dislocándole el hombro en un arrebato de locura. Un examen sobre su comportamiento indicó que podría haber sufrido un trastorno de personalidad antisocial producto de la falta de remordimiento y empatía.
Una vida basada en el sexo y las drogas
Aunque comenzó sus estudios universitarios (había sido un excelente estudiante en la escuela), tomó la decisión de abandonarlos y de empezar a ejercer la prostitución masculina, obsesionado con la pornografía violenta y las drogas. Mostró síntomas de tener SIDA, lo que hizo que la mayoría de los hombres ricos mayores y amantes con los que mantenía relaciones lo abandonaran, aunque más tarde se confirmo que era VIH negativo.
En julio de 1997 el asesinato del diseñador de moda Gianni Versace sobrecogió al mundo e hizo que un nombre se colase para siempre en la lista de asesinos célebres, Andrew Cunanan. El diseñador fue asesinado a tiros por el joven de 28 años enfrente de su mansión de Miami, que imitaba el estilo de las villas patricias de la Roma imperial. Unas semanas antes, el diseñador italiano había presentado con gran éxito su último desfile de moda en París basado en telas metalizadas que se ceñían al cuerpo de Naomi Campbell.
A las pocas horas de su muerte se supo que en el camino del italiano se había cruzado un hombre que llevaba siendo perseguido semanas por el FBI después de cometer cuatro asesinatos que habían tenido en jaque a todo el país.
Unos años antes, en 1990, Cunanan conoce al que sería su pareja ocasional, el exmarine Jeffrey Trail. Ese mismo año, coincidirá con Versace en una fiesta celebrada con ocasión de la inauguración de la Ópera de la ciudad que contó con diseños del italiano. Gianni se dirigió en un momento a él confundiéndole con un chico que había conocido en Milán. No sabía que estaba hablando con su futuro asesino.
En 1994 Andrew conoció a Norman Blachford, un millonario mucho mayor que él. Durante unos meses se traslada a vivir con él a la mansión que posee en San Diego, California. Al poco tiempo, conoce a David Madson, un arquitecto de Minneapolis, y se enamora de él. Durante más de un año vive esta doble vida, entre el hombre al que quiere y el que le mantiene.
En el verano de 1996, a la vuelta de unas vacaciones en la Costa Azul, todo estalla. David decide volverse a Minneapolis y Norman echa de casa a Andrew. Por si fuera poco, su amigo Jeffrey Trail también se va a Minneapolis. Solo y abandonado, decide viajar en abril de 1997 a Minneapolis y consigue convencer a David para que acuda a buscarle al aeropuerto.
Delitos y crímenes
El primer asesinato llegó en 1997 al matar a uno de sus antiguos amantes, Jeff Trail. Se cree que Cunanan supo que Jeff tenía una nueva aventura con «su arquitecto», David Madson. Golpeó la cabeza de Jeff con un martillo y dejó su cuerpo enrollado en una alfombra de un apartamento que pertenecía a Madson.
Su segunda victima fue precisamente Madson, a quien disparó en el campo con el arma que había robado a Jeff. El cuerpo de la víctima apareció en la costa este del lago Rush cerca de Minnesota con heridas de bala en la cabeza. La policía recuperó ambos cuerpos y estableció una conexión entre ellos.
Su tercera víctima fue un desarrollador inmobiliario de Chicago de 72 años, Lee Miglin. Lo torturó brutalmente y se llevó su vehículo después de atropellarlo.
En Nueva Jersey disparó a su cuarta víctima, un cuidador de 45 años, William Reese, y se llevó su camioneta. Después de cometer su cuarto asesinato se fue a Miami y se escondió durante dos meses en un hotel.
El asesino de Versace
Su quinta y más conocida víctima fue Gianni Versace, el famoso diseñador de moda, a quien mató con el mismo arma que usó con Madson y Reese. El diseñador fue asesinado enfrente de su mansión de Miami, que imitaba el estilo de las villas patricias de la Roma imperial.
Pero hubo un testigo que vio cómo Cunanan se alejaba de la escena del crimen mientras la pareja de Versace, Antonio D’Amico, salía a auxiliarle junto al cocinero Charles Podesta y otro empleado de la vivienda.
Ocho días después de cometer su quinto asesinato, fue ubicado en una casa flotante en el puerto de Miami Beach y la policía rodeó su casa flotante. Incapaz de huir, apretó el gatillo sobre sí mismo y se suicidó.
Cuando confundieron a Cunanan con el hijo de Andrés Pajares
Sólo unas horas después del magnicidio, el hijo de Andrés Pajares, Andrés Burguera, era detenido durante unos horas en Nueva York porque la policía local le encontró parecido físico con el asesino. La confusión llegó después de que los agentes le preguntaran cómo se llamaba y, en vez de dar su nombre en español, lo dio en inglés: Andrew.
«Fue el peor día de mi vida. Estaba en el barrio de Chelsea y noté que me seguía una patrulla al salir de una peluquería, donde había ido a cortarme el pelo. Me preguntaron mi nombre, contesté y terminé encañonado por una pistola y esposado. ¡Pensaba que era el fin!», confesó en El Mundo.
Andrés Burguera hablando de su detención en ‘Crónicas Marcianas’ (1997).
«Estaba boca abajo y sin poder hablar. Los minutos se hacían eternos. No entendía de qué se trataba todo aquello, pero la cosa era seria. Escuché hasta un helicóptero sobrevolando la zona. Andrew era el hombre más buscado del FBI y responsable de otros cuatro homicidios, como el de Lee Miglin, un importantísimo empresario inmobiliario. Había mucha psicosis en el país”, añadía.
En la comisaría que había debajo de las Torres Gemelas, después de tomarle las huellas y leerle sus derechos, decidió llamar al consulado español para no asustar a su padre. Finalmente, el vicecónsul se personó en la comisaría para confirmar que se llamaba Andrés Pajares Burguera y no Andrew Cunanan. Como disculpa le compensaron con una ‘green card’, la cual permite vivir y trabajar en Estados Unidos. © El cierre digital.