La Vorarefilia en la Pareja forma parte de las parafilias en el sexo.
Las personas encuentran el orgasmo con la fantasía de ser comida en vida o devorando a otra persona. Algunos llegan a presentar excitación imaginando la forma en cómo son digeridos. A diferencia del canibalismo, este persigue un fin erótico y no de alimentación.
Armin Meiwes, el caníbal de Rotemburgo, contactó por internet con Bernd Jürgen Armando Brandes, un ingeniero berlinés. Desde el principio parece que quedaron claras las intenciones de Meiwes: degustar la carne de su víctima. Poco a poco, su relación fue entrando en una escalada de violencia: tras seccionar y comerse el pene de Brandes, Meiwes acabó por asesinarlo de una puñalada, descuartizarlo y comérselo, y grabó en vídeo todo el proceso.
La vorarefilia, abreviada como vore en muchos chats de la Red, es una práctica sexual que consiste en comer la carne de otras personas. La palabra proviene del latín vorare, ‘devorar’; y filia, ‘gusto por’. Estas personas disfrutan con la idea de tragar o ser tragados por alguien.
Se trata de una parafilia poco común que solo surge en casos muy extremos. El del caníbal de Rotemburgo era uno de ellos, ya que se dio la difícil coincidencia de que se encontrasen dos personas con esa misma afición erótica y dispuestas a llevar su práctica a un extremo máximo.
Y aunque no es común como práctica real, está muy presente en internet y lo ha estado en manifestaciones artísticas. Un cuadro como Saturno devorando a un hijo, de Goya, es un ejemplo clásico que usan como emblema los fanáticos del vore. Otros vienen de la cultura japonesa: por ejemplo, Cell, androide proveniente del manga Dragon Ball Z al que se representa a menudo en la Red devorando personajes provenientes de esa o de otras series de animación. ©Muy interesante.