En mayo de este año, la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño incluyó a la sexsomnia en su catálogo, y ahora la reconoció como una enfermedad. Esta forma parte de las «parasomnias», actividades motoras que se realizan dormido. Así como el sonámbulo hace movimientos complejos sin conciencia, quien sufre sexsomnia puede mantener relaciones muy agresivas sin saber qué está pasando.
«Lo primero que hay que recomendarle a una pareja que pasa por esto es que empiecen a dormir separados, al menos hasta que los episodios sean menos frecuentes», afirmó en diálgo con el diario Clarín la jefa de la unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, Mirta Averbuch, que estudia el tema.