Es uno de los tipos de adicción más frecuentes en todo el mundo, y se da principalmente entre los hombres. Se trata de un trastorno de la personalidad que cada vez es más analizado y estudiado por los expertos en psicología, que quieren determinar por qué una persona necesita de mayores estímulos para saciar su necesidad.
Un adicto al sexo siente un enorme vacío que se cree que solo puede llenar con sexo, pero la calma que logra al hacerlo es momentánea, muy fugaz. Poco después vuelve ese vacío, lo que hace que esa persona entre en un ciclo que, en muchos casos, lleva a la depresión, ansiedad y autodestrucción. Si crees que te puede estar sucediendo algo parecido, aquí tienes un resumen de los síntomas más habituales:
– Pornografía: los adictos al sexo consumen muchísima pornografía, y lo hacen además en todas sus variantes. Se centran especialmente en películas o acuden a lugares donde saben que pueden ver a otras personas teniendo sexo.
– Masturbación: es una tónica habitual en sus vidas, en algunos casos incluso varias veces al día.
– Citas: otro síntoma es que un adicto prefiere citas de una sola noche, un “aquí te pillo, aquí te mato”. No le importa que sea con personas conocidas, desconocidas o incluso recurrir a la prostitución si no encuentra las opciones anteriores.
– Soledad: una persona que recurre tanto al sexo lo hace para llenar un vacío que hay en su vida, una persona que se siente sola incluso estando acompañada. Lo peor es que no se da cuenta de que esa adicción genera aún mayor soledad. Para poder superar la adicción al sexo, lo primero que tienes que hacer es reconocer que tienes este problema, y darte cuenta también de que está afectando a tu vida diaria y a tus relaciones con los demás. Una vez asumido, acude a un profesional para pedir ayuda. Hoy en día hay tantos adictos que se pueden encontrar muchas terapias de grupo, siempre anónimas, en las que poder tratar tu problema y compartir soluciones. El objetivo de un tratamiento para superar la adicción al sexo es que el paciente aprenda a controlar sus instintos, y lo más eficaz suele ser las técnicas congnitivo-conductuales, ya que son las más eficaces. Primero se evalúa el problema para conocer la personalidad del paciente y las probables causas de la adicción. Después, se sigue un programa de educación sexual para cambiar esa actitud, manejar las emociones y mejorar las relaciones interpersonales