Addie Andrews fue, hasta el año 2017, una misionera de la iglesia mormona fiel a las leyes y normas de su religión. Ella se sentía “satisfecha” con su labor religiosa en un pueblo del pacífico noroeste de los Estados Unidos, pero se sentía “reprimida sexualmente”. Hasta que un día se cansó de la idea de concebir el sexo como pecado y su vida cambió de rumbo: hoy es una popular actriz de cine para adultos y disfruta de su nueva vida.
Andrews, que hoy tiene 30 años y fue nombrada recientemente “Pet of the Month” (Mascota del mes) de la revista erótica Pentouse, creció en un pequeño pueblo con “poca libertad”. Ella contó que sus padres le exigieron que se volcara a alguna religión. Cuando cumplió 17, se unió a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de la feligresía mormona.
“La iglesia me acogió, fue muy acogedora conmigo”, contó la joven en una entrevista en New York Post. Claro que en términos de sexualidad, la vida de esta creyente estaba llena de restricciones, ya que el mormonismo no acepta las relaciones anteriores al matrimonio.
“El problema no es solo que se niegue el sexo prematrimonial, sino que lo convierten en un pecado muy grave y algo vergonzoso -dijo Andrews en la citada entrevista-. Cuanto más me metí en la religión, más me alejé de mi propia identidad”. La ahora actriz para adultos contó también que desde que ingresó a la iglesia y hasta los 26 años, no volvió a tener relaciones sexuales.
Cambio de hábito
“¡Estaba muy reprimida sexualmente!. Sos esencialmente una monja, dedicada a tu religión durante ese período de tiempo”. Para ella era imposible ser sexual. Pero lo que colmó su paciencia fue que no le permitieron ser dama de honor en la boda de su hermano porque el vestido que propuso era “inmodesto” para las normas de los mormones. En ese momento, la joven comenzó reconsiderar fuertemente su fe.
En el año 2017 dejó de asistir a la iglesia y en el 2018 se mudó a California para ser actriz. Primero probó suerte como bailarina exótica. “Empecé a contactarme con muchos agentes porno”, dijo la estrella de cine para adultos, que tiene más de 70 mil seguidores en Instagram, muchos más fieles que cuando era religiosa.
En enero de este año, la artista, que ahora vive en Florida, se vinculó con otro agente y desde entonces no paró de crecer en los ránkings que miden la popularidad de los artistas del porno.
Además, su familia supo aceptar su nuevo estilo de vida. “Sabía que se sorprenderían un poco cuando les contara sobre mi trabajo para adultos, pero cambiaron la mirada sobre mi nueva carrera”. Incluso su propio hermano está de acuerdo con su nueva profesión. “Él me dijo: ‘definitivamente nunca veré tu pornografía, pero pareces más feliz que nunca, así que apoyo tu decisión'”. Fuetne: Yahoo.