A los 4 años, Iqbal Masih fue vendido por su padre por solo 600 rupias (≈5 USD) para pagar una deuda familiar. Desde entonces quedó encadenado a un telar en Pakistán, trabajando hasta 14 horas al día, recibiendo golpes, sin comida suficiente y cobrando apenas 1 rupia diaria. A los 12 años, pesaba como un niño de 6.
Según expresa culturauniversal y culturazeta, a los 10 logró escapar después de enterarse que el Tribunal Supremo había prohibido la servidumbre por deudas. Se unió al Bonded Labour Liberation Front y en solo dos años completó cuatro niveles de estudio. Empezó a viajar y denunciar la esclavitud infantil en conferencias internacionales, liberando junto a la organización a más de 3,000 niños que vivían en condiciones similares.
El 16 de abril de 1995, con apenas 12 años, fue asesinado a tiros mientras montaba bicicleta cerca de su aldea. Su muerte causó protestas masivas y generó polémica sobre si fue asesinado por la mafia de la industria de alfombras. Hoy, su nombre aparece en plazas, monumentos, documentales y premios internacionales como símbolo eterno contra la esclavitud infantil.


















