Una serie de investigaciones científicas ha demostrado que las personas que están en relaciones estables, especialmente aquellas que conviven o están casadas, tienden a aumentar de peso con más facilidad que quienes están solteras.
Los expertos atribuyen este fenómeno a cambios en el estilo de vida, como compartir más comidas, hacer menos ejercicio y sentirse menos presionados por mantener una apariencia atractiva.
Aunque el amor puede hacer bien al corazón, también podría sumar algunos kilos si no se mantiene el equilibrio.