A simple vista, parece la imagen de una pareja joven disfrutando de un día tranquilo en 1975.
Él sonríe de manera extraña, ella lo abraza con complicidad. Nada haría sospechar que detrás de esa mirada se ocultaba uno de los criminales más aterradores del siglo XX.
La foto muestra a Ted Bundy junto a su entonces novia Elizabeth Kloepfer, en Utah. Para ese momento, Bundy ya había asesinado al menos a diez mujeres, aunque aún no había sido descubierto. Su carisma y su capacidad para aparentar normalidad lo mantenían a salvo de toda sospecha.
Tres años más tarde sería finalmente atrapado, revelando al mundo el verdadero rostro de un asesino en serie que había llevado una doble vida bajo la máscara de un hombre encantador.
Un recordatorio inquietante de cómo las apariencias pueden engañar. © Historias con imagenes

















