La voz suave de una mujer puede generar un efecto calmante en muchos hombres, según estudios.
Esto se debe a que ciertos tonos y entonaciones pueden activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de relajar el cuerpo, disminuir el ritmo cardíaco y reducir la ansiedad.
El nervio vago —clave en esta respuesta— puede responder a sonidos que transmiten seguridad y cercanía, como una voz cálida y melódica.
Aunque no es magia ni aplica a todos por igual, una voz femenina puede ser tan reconfortante como una canción, ayudando al cuerpo a entrar en un estado de calma y conexión.