Los signos inconscientes del cuerpo reflejan, desde la potencia de la libido, el ritmo, y el estilo, hasta la creatividad de una persona en el acto sexual.
Todos los días nuestro cuerpo expresa deseos sexuales reprimidos. Por medio de él no solo demostramos que alguien nos atrae sexualmente, sino que proyectamos a los demás nuestro desempeño sexual. Según el psicoanalista Horacio Calle, catedrático de la Universidad Javeriana y quien ha dedicado más de diez años al estudio de la antropología psicoanalítica, por medio de esos signos inconscientes podemos saber la potencia de la libido, el ritmo, el estilo y hasta la creatividad de una persona en el acto sexual.
1- Comer y amar es lo mismo. Tracy Cox en su libro ‘Supersexo’ afirma que la forma de comer puede proporcionarnos pistas sobre cómo es la sexualidad de una persona. Y nada mejor que cenar con él o ella para comprobarlo. Su apetito al comer puede revelarte la potencia de su líbido. Su forma de comer te hablará sobre su estilo: delicado, brusco, meticuloso, dado a los excesos… Observa bien. ¿Le gusta la comida caliente o fría? ¿Saborea o simplemente traga? ¿Mordisquea y juega con la comida?
2- Fíjate cómo coge un vaso o una botella. “Acariciar cigarrillos, las manos, el borde de una copa de vino, un arete o cualquier objeto de forma fálica es señal inconsciente de lo que puede estar pasando a un nivel profundo de su psiquis” afirma el psicoanalista. Si lo coge con las dos manos, con los dedos, de una manera brusca o suave pueden indicar la forma de su desempeño en el acto sexual. Así como también quitarse un anillo del dedo, una pulsera (en el caso de las mujeres) acariciar el vaso, un esfero o cualquier objeto personal que tenga a la mano.
3- El erotismo está en los pies. “Cuando una mujer se siente atraída sexualmente por un hombre y lo invita a su casa, mecánica e inconscientemente lo va a recibir con los pies descalzos.” Según el psicoanalista, ese es un signo sexual positivo por parte de las mujeres, ya que el pie es un símbolo fálico porque ‘se introduce’ en el zapato.
4- Un carro no es un carro. Es un elemento que penetra en el espacio. No es gratuito que una de las más grandes fantasías sexuales de los seres humanos sea tener sexo en un carro. Fíjate cómo maneja, pregúntale si le gusta, lo que prefiere para manejar. Detalla si maneja rápido o despacio, si respeta las señales de tránsito y ante todo, si conduce en estado de embriaguez. Todos estos signos te pueden dar una idea de cómo es la persona en la sexualidad, y lo mejor, sin haber tenido el más mínimo contacto corporal. Fuente: El Espectador