Esta imagen plasma claramente la diferencia: flujo sanguíneo activo en coma, ninguno en muerte cerebral.
En el coma, la persona está inconsciente y sin respuesta, pero aún hay actividad cerebral parcial y circulación sanguínea al cerebro.
En cambio, la muerte cerebral representa la cesación irreversible de todas las funciones del cerebro y tallo cerebral, incluido el centro respiratorio.
Una angiografía cerebral en muerte cerebral muestra ausencia total de flujo sanguíneo, lo que confirma falta de circulación cerebral.
El diagnóstico clínico exige coma irreversible, ausencia de reflejos del tronco cerebral y apnea en test adecuado.
Se pueden usar pruebas complementarias (ecografía Doppler, EEG, flujo radiactivo SPECT) si hay dudas o factores que confundan el examen.
El coma puede ser reversible según su causa; la muerte cerebral, sin embargo, es irreversible y legalmente muerte.
Esta distinción es clave para tomar decisiones críticas, como continuar soporte vital o considerar donación de órganos.
En resumen: el coma puede ser solo una espera; la muerte cerebral, un punto final definido definitivamente por la ciencia. © Comunidad Biologica