Si hay algo que caracterizó a la invasión musulmana de la India fue el baño de sangre que se llevó a cabo con la población hindú. Un genocidio poco conocido. Además, los supervivientes, por si fuera poco el ver a todos sus familiares y amigos muertos, fueron castrados y esclavizados. A su vez, la cultura hindú se convirtió en una sombra de la musulmana. No sería hasta el siglo XVIII cuando el ejército hindú de Maratha, unido a los sijs (guerreros) del Punjab, conseguirían deshacerse de la presencia musulmana en sus territorios. Aunque no les duraría mucho, ya que poco después entraron los ingleses.
Pero, ¿cómo llegó Alaudin Khilji a ser sultán?
Se cree que Alaudin Khilji mató a su tío para convertirse en el sultán de Delhi, a finales del siglo XIII . El primer intento de revolución contra su tío falló gracias al propio Alaudin Khilji, quien se negó a apoyar a los rebeldes. Pero poco después, tras hacer buenas migas con los dirigentes de los territorios adyacentes, consiguió ganarse su confianza.
Con estos apoyos y varios años de preparación, Alaudin Khilji y su hermano organizaron la «gran farsa». Básicamente, engañaron a su tío para que recibiera a Alaudin en Kara, que estaba suficientemente lejos de la capital. Se supone que iba a regalarle los tesoros y riquezas conquistados. Sin embargo, cuando su tío acudió con poca escolta al punto de encuentro, se llevó unas cuantas puñaladas. Y así, Alaudin se proclamó el nuevo rey de Delhi. Esto nos enseña que no hay que fiarse ni de la familia.
El primer reino que conquistó fue el de Gujarat, conocido por sus riquezas gracias al comercio de la sal. De allí era su esposa más querida. A continuación, se propuso asentar el islam como religión oficial en toda la región de Delhi. Así, se centró en la expedición a Ranathambhor . No contento con esto, invadió la capital de Mewar tres años después, ciudad a la que bautizó con el nombre de su hijo. Porque, ¿qué niño no quiere que su papá le ponga su nombre a uno de los principales enclaves geoestratégicos, verdad? ¡Mucho mejor que un pony! Malwa vino después, y Alaudin se dejó el resto del sur de la India para después del té.
Alaudin, el lobo feroz
Cabe destacar la brutalidad que caracterizó su mandato. De hecho, Alaudin Khilji se debate el premio al «Rey más sádico medieval» junto con Vlad Tepes. Ya se ha hablado de la apocalíptica criba que, de forma general, se hizo a los hindúes. Alaudin añadía a esta amable mano su «toque especial»: una sed insaciable de conquista y poder. No obstante, no se puede pensar en Alaudin como en alguien bárbaro y despiadado. ¿No lo eran acaso todos los reyes de la época? Alaudin Khilji no era un descerebrado. Es posible que esta «imagen brutal«, no sea tan real como pueda parecer. Sino que pertenezca más al ámbito de la propaganda .
Aunque no se pueden olvidar sus sorprendentes medidas en cuanto al ejército (15). Estas, fueron dos esencialmente. Por un lado, la dagh: numerar y marcar a los caballos para distinguir los de primera y los de segunda. Y por otro lado, la chehera: algo similar pero con los soldados.
Pero el tema central que nos ocupa, no fueron sus conquistas militares. No, amigos. Tampoco su ferocidad, ni su habilidad táctica. Alaudin era gay. Absolutamente gay. Y de esta polémica es de la que nos vamos a encargar.
Alaudin: un sultán muy gay
Alaudin no disimulaba su relación con Malik Kafur, quien fue su amante favorito y al que hizo comandante. Malik Kafur tenía como apodo el Cien Dinares. Precio que el sultán pagó por el muchacho, un potosí en aquel entonces.
Aunque a Alaudin le gustaban menores. Sí, de esos por los que te llaman «asaltacunas« y no les ha cambiado ni la voz. Durante el período de más auge en su gobierno, llegó a tener un harem de cincuenta mil jovencitos imberbes. Estos satisfacían sus deseos estando distribuidos por todos sus territorios. Sin embargo, Alaudin no fue el único que tenía semejante número de chicos a su entera disposición. Algunos años después, otro sultán (16) llegó a tener ¡ciento ochenta mil!
Como hemos dicho, Alaudin tenía un toy boy favorito: Malik Kafur. Pero, ¿quién era ese hombre?
Malik Kafur: Cien Dinares más sádicos
El sultán Alaudin compró a un joven eunuco , de religión hindú, por cien dinares. Una cantidad bastante elevada y que solo podría pagar alguien como el sultán.
Malik Kafur pasó casi desapercibido durante los primeros años en su estancia con Alaudin Khilji. Pero, poco a poco, se fue ganando la confianza del sultán… y su corazón. Son muchas las especulaciones sobre el tipo de relación que Alaudin y Malik tenían. Sin embargo, existen numerosos indicios de que, al menos, fue su amante. Ya sabéis el dicho, lo que pasa en el harém, se queda en el harém.
Malik se hizo su hueco en la escala del poder del sultanato de Delhi. Y no fue solo por su cara bonita (aunque era muy guapo). Así, pasó a ser el comandante y mano derecha de las expediciones militares. Sin embargo, tuvo que renunciar a su religión para convertirse, forzosamente, al Islam.
Malik Kafur y su ascenso al poder
Tras la muerte de «su sultán», Malik Kafur se hizo con el poder y se posicionó como regente. Nombró como sucesor al hijo menor de Alauin, de tres años de edad entonces. Algunos historiadores plantean que fue el propio Malik quien mató al moribundo sultán envenenándolo. Además de haberse aprovechado de su debilidad y total confianza en él, para asesinar a un buen número de militares y de nobles adyacentes, y defensores de la dinastía Khilji. En verdad, Malik se vio contaminado por el ansia de territorios y conquistas. Por este objetivo, mató, entre otras importantes personalidades, al hermano de Alaudin y arrancó los ojos a dos de los hijos del sultán. ¿Fue Malik, entonces, un estafador que usó el afecto de Alaudin para hacerse con el control del Sultanato?
Esta cuestión no termina de quedar clara, aunque Malik se apropió del trono durante un breve e intenso mandato. Aunque duró pocos años, el reinado de Malik se caracterizó por una extrema brutalidad. Esto provocó la aparición de propaganda donde Malik era representado como un ser diabólico y sádico.
Pese a eso, es probable que Malik no fuera mucho peor que el resto de dirigentes de la época: ejecuciones públicas, matanza de todos aquellos que se opusieran a sus directrices y, por supuesto, eliminación de los apoyos al anterior sultán. Otra de las cosas que levantó el rechazo en la gente fue que casó con la viuda de Alaudin y traicionó al propio rey. Asimismo, no era muy bien vista la cercanía íntima que compartía con el muerto reciente, ni que un esclavo (un eunuco nada menos) ostentase tanto poder.
El final de Malik Kafur
Como a la sed de poder hay que pararle los pies y a Malik ya le tenían bastante ojeriza, los propios guardaespaldas del sultán fallecido lo llevaron a su tumba. Ocurrió de la siguiente forma: Malik envió unos mercenarios a matar a la única persona que quedaba para hacerle frente, Mubarak Khan, el hijo mayor de Alaudin. Este, que se venía oliendo las intenciones del amante de su padre, sobornó a dichos guardas para que hicieran lo propio con Malik Kafur.
Con esto aprendemos una importante lección: el dinero lo puede todo. Y, ya sabéis: no os intentéis aprovechar de vuestro sultán moribundo y de su paranoia para haceros con el reino, porque podéis acabar asesinados por la propia gente a la que enviasteis a aniquilar a vuestro rival.
Y, con todo esto, la Historia también nos demuestra que puede haber bonitas historias de amor, mucho mejores que la de Chirstian Grey.