Todo llega a su fin y el del hombre más tatuado del mundo, cara incluida, también. Porque se ha cansado. Y empezó esa especie de etapa de regresión. Volver a su estado ‘natural’. A lo normal. Para ello ha tenido que llevar un duro proceso porque no iba a resultar sencillo de eliminar y aún así no ha quedado perfecto porque se había tatuado demasiado en ese afán por ser diferente.
El hombre más tatuado del mundo se los quita.
Su nombre es Leandro de Souza, de 36 años y tatuándose desde los 13, tenía tatuado el 95% de su cuerpo. Una especie de «obra de arte» andante… Llegó a transmitir miedo por todo el proceso que había llevado a cabo con tanto tatuaje. Verlo resultaba aterrador.
Pero llego ese momento del cambio. ¿Qué le llevo a tal situación? Se había convertido a la religión evangélica, por lo que decidió cambiar de aspecto y quitarse los tatuajes que cambiaban su semblante.
Tras su quinta sesión, compartió sus sensaciones a través de Instagram. En ella mostraba los resultados de las sesiones y un sentir: «Gratitud» para añadir «todo se trata de Jesucristo».
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¿Cómo llegó a sentirse el hombre más tatuado del mundo?
Es más, profundizaba en el asunto: «Mi dignidad ha sido restaurada» después de conseguir un trabajo y «sorprender positivamente a quienes lo rodean».
Y dejaba una sentencia que le da sentido a todo esto -el cambio-: «Ya no soportaba la vida que llevaba. Era una atracción en los eventos a los que asistía y me sentía como un animal de circo», en declaraciones al medio brasileño de noticias online G1. © Marca