Los aghoris conforman una secta hindú extrema.
Consumen cadáveres de personas previamente incinerados a orillas del río Ganges, beben en cráneos humanos, fuman marihuana, el uso de ropa es opcional.
Además, sostienen relaciones sexuales en el cementerio y practican sacrificio de animales para beber su sangre y ofrecer el cadáver a su “Dios» Shiva… ¿Extraño, verdad?