¿Què fue de aquellos lugares y aquella gente? me pregunto cada vez que recuerdo la eclosión de los años `90. Tantos boliches abiertos cada uno con sus temàticas diferentes pero en sì unidos con un perfil en comùn: nuestra condición gay.
A èpocas de existir una situaciòn tan cambiada y de ser natural la concepciòn del matrimonio igualitario, me siento sola sin aquellos amigos que ya no veo desde hace años. Si bien todos hemos cambiado, no por ello comprendo la razòn que no existan tantos boliches de aquella condiciòn.
Recuerdo a Soviet, Cafè Abril, Invitro, Enigma, Experiment, Contra Mano (todavia està), 1872, y algunos otros lugares que no tanto frecuentaba como Confusiòn o Bunker. Sin embargo, y ahora es cuando me pega el viejazo, creo que todos ellos deberìan tener sus puertas abiertas, màs aùn cuando el ambiente gay està candente y esta sociedad hiper formal ha salido del closet.
Cada vez que puedo, me doy una vuelta por uno de esos antros nuevos y veo todo tan cambiado que me dan ganas de llorar. Me siento algo asì como Rodolfo Bebàn y Osvaldo Miranda buscando algùn piringundìn para recordar los viejos tiempos de las mejores èpocas de juventud. Por eso siempre recuerdo «¿Què fue de aquellos lugares y aquella gente de los años `90?» y como en dice el tango «Se me pianta un lagrimòn»
Simonìn