Aunque pueda parecer incómodo, para los perros es un comportamiento totalmente natural.
En la zona genital y axilar de las personas existen glándulas apocrinas, que liberan feromonas. Estas sustancias químicas entregan información muy valiosa para el perro, como:
* Sexo de la persona.
* Estado hormonal (embarazo, menstruación, etc.).
* Nivel de estrés o ansiedad.
* Identidad individual, como una “huella digital química”.
El olfato del perro es increíble:
* Posee entre 220 a 300 millones de receptores olfativos (los humanos tenemos alrededor de 5 millones).
* Además cuenta con el órgano vomeronasal (de Jacobson), especializado en detectar feromonas.
Para el perro, acercarse y oler esa zona es simplemente una forma de presentarse y conocer mejor a la persona, del mismo modo en que nosotros damos la mano o preguntamos el nombre.
Si te incomoda, puedes redirigir su conducta ofreciéndole tu mano para oler o enseñarle un comando de saludo más educado.
Referencias y estudios
* American Chemical Society (2014). The chemistry of dog’s sense of smell.
* Horowitz, A. (2016). Being a Dog: Following the Dog Into a World of Smell. Scribner.
* MacLean, E. L., & Hare, B. (2018). Dogs hijack the human bonding pathway. Science, 348(6232), 280-281.
* Samuel, A., & Bhattacharjee, D. (2022). The role of vomeronasal organ in pheromone detection in dogs. Applied Animal Behaviour Science, 250, 105592.