Matteo Valdambrini convirtió a sus seguidores en esclavos . Por eso, se saben muy pocos datos sobre la vida del joven Matteo Valdambrini, antes de convertirse en el líder de una pequeña secta en la ciudad de Prato, Italia.
Allá, en 2016, cuando Matteo tenía 19 años y cursaba sus estudios universitarios de economía en la universidad de Florencia, empezó a reunir a un grupo de personas psicológicamente frágiles.
Luego, les decía que los había elegido para salvar al mundo del mal, se hacía llamar “El Diablo”, y aparentemente sus enseñanzas iban emparentadas con el satanismo. Los rituales de esta secta se llevaban a cabo en bosques y edificios abandonados de la región de Toscana.
Estos ritos involucraban actos de tortura, vampirismo y violencia psicológica. En los últimos días del 2018, Valdambrini se reunió con sus seguidores, llevó un pedazo de carne fresca y obligó a todos a ingerirla. Durante esa reunión les confesaría que se trataba de carne humana, que supuestamente había comprado a un sujeto que vendía cadáveres en Florencia. Hasta la fecha se desconoce si realmente se trataba de carne humana, o si era una de las extrañas pruebas de Valdambrini para evaluar el nivel de compromiso de sus devotos.
Posteriormente, el líder obligó a sus devotos a que le enviaran fotografías explícitas de ellos mismos, mientras que algunas mujeres del culto fueron forzadas a intimar con él mediante amenazas. La secta sería expuesta cuando la madre de dos seguidores acusó a Valdambrini ante las autoridades. Finalmente 13 mujeres denunciaron abusos, de las cuales 2 eran menores de edad.
Valdambrini fue condenado a 10 años y 4 meses de prisión. Y entre sus pertenencias, los agentes de la policía descubrieron cosas extrañas como sal, sangre artificial y una muñeca vudú.