La Rectoría de Borley fue originalmente un monasterio habitado por monjes Benedictinos. Allí, en el siglo XIII, cuentas las crónicas que un monje y una monja del convento de Bures, situado a 13 kilómetros de distancia, se enamoraron y dieron rienda suelta a sus sentimientos. Era una relación secreta por sus connotaciones pecaminosas a ojos de la Iglesia y de los feligreses de entonces. La pareja decidió que lo mejor era huir lejos de Borley a un lugar donde nadie les conociera para rehacer su vida como marido y mujer. Pero les detuvieron y mientras a él le ahorcaron a ella la emparedaron viva en los muros del monasterio. En ese lugar se edificó una mansión que pasó a la historia de los anales de lo paranormal como la rectoría Borley, la «casa más encantada de Inglaterra».
En todas partes cuecen habas. Y en esto de los espíritus no hay país que no tenga los suyos, historias que se han convertido en leyendas o leyendas que se han convertido en historias, que han pasado de generación en generación. Pero si hay un lugar en el mundo donde los fantasmas forman parte, poco menos que del paisaje, ese es Reino Unido.
El 39% de los británicos cree en casas encantadas, el 34% admite la existencia de fantasmas, el 28% asegura haber sentido la presencia de un ser sobrenatural y un 9% reconoce haberse comunicado con los muertos. Estas son las conclusiones de una encuesta de YouGob encargada por el diario The Sun en 2014 para conocer el porcentaje de ciudadanos británicos que creía en lo paranormal. No es de extrañar, por lo tanto, que sea en el reino de Albion donde se encuentren los más famosos casos de espíritus y, entre ellos, destaca la rectoría Borley, considerada “la casa más encantada de Inglaterra”.
Esta mansión victoriana sirvió de vivienda a los diferentes párrocos o rectores de Borley y, ya desde el primer momento, se sucedieron hechos inexplicables e incluso aterradores. Situada en el condado de Essex lindando con Suffolk, en la actualidad no es fácil encontrar los terrenos donde se edificó en la segunda mitad del siglo XIX a menos que se conozca bien la zona. La iglesia y una veintena de casas son todo lo que queda en la localidad de Borley. © Theobjective