El síndrome de Cotard es un trastorno mental raro en el que la persona cree estar muerta o sin órganos.
Esta creencia extrema puede aparecer en cuadros de depresión psicótica, esquizofrenia o enfermedades neurológicas como epilepsia.
Los pacientes pueden dejar de comer, negarse a hablar o tener pensamientos suicidas, creyendo que ya no existen.
El trastorno fue descrito por Jules Cotard en 1880 y sigue sin reconocerse como entidad propia en el DSM-5.
En un estudio reciente, dos pacientes con síntomas graves mejoraron sin recurrir a electroshock, usando olanzapina y fluoxetina.
Esta combinación farmacológica actuó sobre neurotransmisores clave y evitó tratamientos más invasivos, como la terapia electroconvulsiva.
El tratamiento eficaz requiere atención rápida, ya que el riesgo de suicidio en estos pacientes es muy alto.
Este síndrome desafía los límites de la psiquiatría moderna y refleja cuán profundamente puede distorsionarse la percepción de uno mismo.