Un cuerno de Triceratops hallado en Montana ha sido fechado en asombrosos 33,500 años, cuestionando la creencia de que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años. ¿Podría esto indicar que los humanos caminaron junto a estos temibles reptiles hace miles de años?
El Grupo Paleocronología, expertos en «anomalías de la ciencia», afirma que los dinosaurios no se extinguieron hace millones de años, y sus pruebas sugieren que estos colosales saurios aún vivían hace tan solo 23,000 años. ¿Es posible que nuestros ancestros hayan compartido el planeta con estas criaturas prehistóricas?
La controversia se intensifica con el descubrimiento de tejido blando en fósiles de dinosaurios, algo que la ciencia consideraba imposible debido a la degradación natural en tan solo un millón de años. ¿Podría esto reescribir la historia de la evolución y nuestros orígenes?
El desafío del Grupo Paleocronología a otros científicos para que repliquen sus resultados mediante pruebas de carbono-14 en huesos de dinosaurios ha sido recibido con rechazo y bloqueos en publicaciones científicas. ¿Por qué algunos se niegan a considerar estas fascinantes evidencias?
Algunas teorías sostienen que el ser humano coexistió con los dinosaurios y que los antiguos petroglifos y pinturas rupestres podrían ser pruebas de ello. ¿Estamos ante un giro radical en nuestra comprensión de la historia y la evolución? ¿O es solo fruto de la contaminación y errores en las pruebas?
¿Estamos dispuestos a enfrentarnos a un pasado que podría cambiar por completo nuestro entendimiento del mundo prehistórico? La ciencia nos insta a dejar que las fichas caigan donde caigan y a seguir explorando en busca de la verdad entre los huesos de estos antiguos gigantes.