Un estudio reciente analizó los profundos cambios psicológicos que experimentan las personas tras sobrevivir a una experiencia cercana a la muerte.
Investigadores de la Universidad de Virginia encuestaron a 167 personas que reportaron sensaciones de paz, conexión y pérdida del miedo.
Sin embargo, también observaron confusión, ansiedad y dificultad para adaptarse a la vida cotidiana después de su experiencia extraordinaria.
El sesenta y cuatro por ciento buscó apoyo psicológico o espiritual para comprender y procesar lo que habían vivido profundamente.
Los participantes que recibieron comprensión al compartir su historia mostraron mejor integración emocional y bienestar psicológico prolongado con el tiempo.
Quienes fueron juzgados o ignorados, según Comunidad Biologica, presentaron más síntomas de depresión, aislamiento y pensamientos existenciales negativos relacionados con su experiencia.
Los científicos sugieren capacitar a psicólogos y médicos para ofrecer acompañamiento empático a quienes atraviesan estas vivencias transformadoras.
Este estudio destaca la importancia de comprender el impacto psicológico y espiritual de quienes estuvieron brevemente entre la vida y la muerte.

















